Mini guía para el manejo y control de los sentimientos
- Valentina londoño
- 27 mar
- 3 Min. de lectura

Sentir es lo que realmente nos hace humanos. Las emociones y los sentimientos son los que nos recuerdan que estamos vivos, que experimentamos el mundo a través de nuestro cuerpo y mente, además, que tenemos la capacidad de tomar decisiones conscientes basadas en lo que sentimos.
Estas decisiones basados en lo que sentimos nos pueden llevarnos a situaciones con consecuencias positivas o negativas, pero lo más importante es aprender a gestionarlas de forma saludable.
A veces escuchamos frases como “no dejes que te afecten las emociones” o “controla lo que sientes”, o incluso "estás emocional" (como si sentir fuera algo malo), lo que puede hacernos creer que sentir es algo negativo. Sin embargo, las emociones no son ni buenas ni malas, simplemente existen para ayudarnos a actuar frente a lo que sucede a nuestro alrededor. La clave está en cómo las gestionamos.
Para describir que es un sentimiento es necesario conocer qué es un emoción. Las emociones son respuestas inmediatas de nuestro cerebro ante un estímulo (o sea, algo que ocurre en el entorno). Estas respuestas son rápidas y de corta duración, es decir apenas unos segundos. Por ejemplo, sentir miedo ante un ruido fuerte o alegría al recibir una buena noticia.
Las emociones básicas son:
Alegría
Tristeza
Ira
Miedo
Sorpresa
Asco
Ahora bien, cuando una emoción permanece durante un tiempo o se combina con otras emociones surge un sentimiento; por ejemplo, cuando el miedo permanece durante horas o días puede desencadenar un sentimiento de ansiedad o inseguridad. Por otro lado, cuando se combinan dos emociones básicas como la alegría y la tristeza se puede dar un sentimiento de melancolía o nostalgia.
Los sentimientos entonces son más complejos y duraderos. Pueden influir en nuestro estado de ánimo y en cómo interpretamos las situaciones que vivimos.
Imagina por ejemplo, que un amigo te diga algo que te incomode, al instante, sientes una mezcla de ira y tristeza. Esta es una reacción emocional que tu cuerpo procesará en unos pocos minutos. Pero, si horas después sigues dándole vueltas al asunto, esa emoción inicial podría transformarse en un sentimiento más profundo, como resentimiento, frustración o incluso inseguridad. Aquí es donde entra en juego el manejo de los sentimientos. Si dejamos que un sentimiento nos invada sin entenderlo ni procesarlo, podemos quedarnos atrapados en un ciclo emocional que afecta nuestro bienestar.
Paso a paso para el manejo de un sentimiento:
Te propongo esta sencilla guía para identificar y gestionar lo que sientes:
1. ¿Cómo me siento?:
dedica un momento a observar tus pensamientos y tus sensaciones. ¿Qué estás sintiendo? Puede ser rabia, tristeza, frustración, miedo, etc. Ponle un nombre a eso que estas viviendo.
2. Emoción - definir cuál emoción o emociones acompañan esto que estoy sintiendo:
Piensa en qué emociones podrían estar alimentando ese sentimiento. ¿Es una mezcla de tristeza y decepción? ¿De ira y miedo? Reconocer las emociones te ayuda a comprender mejor lo que experimentas.
3. Identifica ¿Cuándo? ¿Qué momentos o situaciones me hacen sentir así? ¿Por qué?:
Reflexiona sobre las situaciones que te llevan a sentir así. ¿Cuándo empezó el sentimiento? ¿Qué lo desencadenó? Puede ser algo que alguien te dijo, una situación estresante, un lugar o incluso un recuerdo del pasado que reapareció.
4. Comprende cómo actúas ante ese sentimiento:
Observa tu reacción y hazte preguntas como: ¿Tiendo a evitar el problema? ¿Me frustro fácilmente? ¿Me aíslo? ¿Hago como si nada estuviera pasando? Ser consciente de cómo te comportas ante esos sentimientos te va permitir tomar decisiones más conscientes.
5. Imagina cómo quieres sentirte:
Una vez que comprendes el sentimiento, piensa en cómo te gustaría manejarlo. Por ejemplo: si te sientes frustrado podrías buscar soluciones en lugar de enfocarte en lo que salió mal. o si lo que sientes es tristeza podrías darte el permiso para expresarla mediante la escritura, llorar o descansar y luego buscar actividades que te reconforten.
6. Lo que puede hacer que la situación mejore:
Para recuperar tu bienestar, es importante pensar en maneras en las cuales tu vida no se vea tan afectada por la situación y pensar en las cosas que si están bajo tu control. Para que los sentimientos no te abrumen podrías intentar: hablar con alguien de confianza, escribir para desahogarte, practicar técnicas de respiración o meditación y darte tiempo para procesar la situación sin presionarte.
Recuerda que sentir está bien y gestionar lo que sientes es aún mejor.
Manejar los sentimientos no significa ignorarlos o reprimirlos, sino aprender a escucharlos, comprenderlos y actuar desde la calma. Cada emoción y cada sentimiento tienen algo para enseñarnos, solo necesitamos prestar atención y responder de manera consciente.



Comentarios